1. ¿Qué opinión le merece la actual situación por la que atraviesa el Ecuador?
Me parece que Ecuador está en una situación delicada, muy contrastada, como en los cuadros de Rembrandt, con luces brillantes y sombras oscuras.
Las sombras oscuras son los efectos tardíos del correísmo, o sea, de la agenda izquierdista —a veces mantenida por personalidades que se declaran conservadoras—, efectos como las decisiones judiciales sobre el aborto y la eutanasia o las políticas socializantes en materia económica. El efecto mayor, sin embargo, es el aumento de la violencia por la acción de los carteles del narcotráfico y la corrupción endémica en los medios políticos y en las instituciones públicas.
Las luces brillantes son, en primer lugar, las promesas divinas de protección del Ecuador por los labios de Nuestra Señora del Buen Suceso, de Santa Marianita y de otras almas privilegiadas. Y, en segundo lugar, la fe profunda del pueblo ecuatoriano, que continúa a manifestarse con ocasión de las grandes fiestas religiosas.
En la penumbra, veo al episcopado con una posición poco militante y a veces ambigua. Quedé decepcionado de ver que no se empeñó en la celebración del sesquicentenario de la consagración al Sagrado Corazón de Jesús, promoviendo una renovación de la misma que incluyese las autoridades civiles.
2. En medio de la situación que acaba de describir, ¿qué importancia cree Ud. que tenga el rosario rezado en las calles suplicando la ayuda del Cielo?
Es muy necesario para quebrar el respeto humano que se ha apoderado de los católicos, que no se atreven a manifestar su fe públicamente (en parte por la discreción del clero que tiene miedo de la acusación de estar en oposición a la modernidad). Y también es importante para reforzar la fe del pueblo más simple, al ver que hay católicos de todos los medios sociales que no vacilan en manifestar su fe.
Desde el punto de vista sobrenatural, la importancia está en que Nuestro Señor dijo que se avergonzaría delante de Su Padre de aquellos que se avergüenzen de proclamarlo delante de los hombres. Simétricamente, Jesús se enorgullece de los que lo proclaman en las calles, e intercede por ellos junto al Padre Eterno.
3. El Rosario anterior, a inicios de marzo, contó con la presencia de medio centenar de militares. Ellos rezaron junto a nosotros, públicamente, a la Santísima Virgen. ¿Qué opina de esto?
Las Fuerzas Armadas tienen el noble papel de defender la Nación y el orden público, pagando, a veces, el impuesto de su propia sangre. Infelizmente, hoy día algunos los ven con malos ojos por representar valores como la disciplina, la autoridad, el honor, etc.. Es importante que el público vea que los militares son verdaderos cristianos que piden la ayuda de Dios para su difícil tarea y para superar sus propias debilidades como seres humanos, especialmente ahora que están en una lucha sin cuartel contra los todopoderosos carteles de la droga.
4. La historia registra que, en Francia, San Luis María Grignion de Montfort difundió el rezo del rosario en las plazas públicas, para acabar con la inmoralidad en las regiones en donde hizo apostolado. En el siglo XVI, la Santísima Virgen del Buen Suceso anunció en Quito que la inmoralidad actual se desbordaría como ríos de impureza. ¿Qué valor cree Ud. que tiene rezar el rosario en las calles, en el estado actual de descomposición moral?
La región de Bretaña, en Francia, donde predicó San Luis Grignion de Montfort, se llama La Vendée. Fue esta región la que se levantó contra la persecución a la Iglesia durante la Revolución Francesa, cuya población no vaciló en tomar las armas para defender la religión, colocándose el Sagrado Corazón de Jesús en el pecho.
Hoy la persecución a la religión es más sutil y se hace a través de una Revolución Cultural que destruye los principios morales en que se funda la familia, base de la sociedad. Hace parte de esa Revolución Cultural lo que podría llamarse de "terrorismo sexual", o sea la agresión permanente de modas inmorales, de anuncios casi pornográficos, de actitudes indecorosas, de excesiva tolerancia en las relaciones entre los sexos, especialmente entre los jóvenes.
Rezar públicamente es dar una manifestación de que hay sectores de la sociedad que no se dejan intimidar por ese terrorismo sexual y que continúan a defender y promover la fidelidad matrimonial, la virginidad antes del casamiento, la inocencia de los niños, la austeridad de la vida social, en oposición al hedonismo contemporáneo.
5. Entre las primeras intenciones con que se inició hace dos años el Rosario Público está el pedir por el final de la invasión de Rusia a Ucrania. Es una intención por la que hemos venido rezando mes a mes. ¿Estamos haciendo bien en rezar por esa intención, más aún cuando, incluso en medios católicos, el líder ruso Vladimir Putin es frecuentemente considerado un paladín de la moralidad y de la justicia?
Maduro declaró recientemente que Vladimir Putin era su hermano mayor. Tiene razón, porque Rusia es el principal aliado de Cuba, de Nicaragua y de Venezuela. No hay ningún motivo para considerarlo paladín del cristianismo, como la propaganda del FSB, el sucesor de la KGB, quiere hacernos creer.
La agresión rusa a la martirizada Ucrania es una violación de todos los principios de la guerra justa y de los tratados internacionales que Rusia firmó en la época de la disolución de la Unión Soviética. Los ucranianos están resistiendo con heroismo, como David contra Goliat, pero necesitan del auxilio divino para vencer y nosotros podemos ayudarlos con nuestras oraciones en virtud de la comunión de los santos.
6. El Rosario Público por la Regeneración Espiritual y Cívica del Ecuador se unió desde febrero pasado a una Cruzada mundial de oración por la Iglesia, liderada por Mons. Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de Astana, Kazajstán. ¿Qué importancia tiene para Ud. esta iniciativa de Monseñor y el hecho de que el Rosario Público en Ecuador haga parte de la misma?
Si la situación de Ecuador y de todo el Occidente excristiano es grave, la situación de la Iglesia Católica es todavía más grave, porque, como lamentó Paulo VI, ella sufre desde el Concilio Vaticano II de un misterioso proceso de autodemolición y el humo de Satanás, según ese mismo pontífice, ha penetrado en sus recintos sagrados, de donde resultó la inmensa confusión que se agravó desde el comienzo del pontificado actual. La Cruzada Mundial de Oración por la Iglesia promovida por Mons. Schneider es una respuesta apropiada para esa situación de la que, como él mismo ha recordado en muchas ocasiones, se puede hacer un paralelo con el siglo IV, cuando casi toda la jerarquía había incurrido en la herejía del arrianismo (que niega la divinidad de Cristo) y fueron mayormente los simples fieles los que perseveraron en la verdadera fe.
7. Su mensaje final para todos quienes participan todos los meses del Rosario Público y para quienes aún no hacen parte del mismo.
Lo más difícil en una iniciativa como el Rosario Público es la perseverancia, porque habrá meses en que viene muchísima gente y otros meses en que vienen menos, pero lo importante es continuar contra vientos y mareas. Dios enviará, como un rocío, sus gracias sobre los participantes y las filas de participantes irán creciendo, como sucedió en Austria en la década de 1950 con los rosarios públicos pidiendo a Dios que acabara con la ocupación soviética. Al comienzo eran unos pocos en torno al P. Petrus Pavlichek, al final eran verdaderas multitudes, hasta que los soviéticos decidieron partir.
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