El diario socialista portugués O Século, haciéndose eco del Milagro del Sol, en octubre de 1917. |
En Fátima, Nuestra Señora realizó milagros, prodigios, que probaron a la multitud allí reunida, y aun a la gente de lejos, que algo sobrenatural había sucedido; por ejemplo la famosa danza del sol que empezó a variar, etc., etc. Todo esto fue atestiguado por personas que vivían lejos de Fátima y que ni siquiera sabían que en Fátima esto estaba relacionado con las apariciones.
Sin embargo, lo que más llama la atención es la forma en que el mundo recibió estas cosas: no solo con incredulidad ante hechos tan impresionantes, sino algo más, abstrayéndose de todo lo que lo rodea a las Apariciones de Fátima, de todas las maravillas que lo rodean, pues sólo por su contenido, ya había todas las razones para admitir que era cierto.
Porque teológicamente hablando algo tenía que pasar algo así. Es decir, el mundo en ese tiempo ciertamente estaba inmerso en un pecado muy grave.
Quien sabe un poco de catecismo, un poco de moral no puede dudar que el mundo ya estaba sumergido en pecados gravísimos, y era cierto que este proceso de pecados tenía un dinamismo muy grande, muy rápido y que ya se preveía hacia dónde llevaría.
Es cierto también que el pecado estaba en camino a la cima y cuando el pecado está en camino a la cima, el castigo también debe estar en camino a la cima. Por tanto, teológicamente, basta razonar un poco para estar seguro de que, si el mundo no se convertía, tendría que venir un castigo.
Y era natural que ese castigo fuera el comunismo, porque siendo el comunismo el refinamiento último del pecado y siendo natural que el pecado sea el castigo del pecador, era natural también que el comunismo fuera ese flagelo universal.
Entonces, con un poco de teología de la historia, veríamos esta cosa maravillosa, que el Mensaje que los tres pastorcitos transmitían era un Mensaje totalmente acorde con lo que un hombre de fe, un analista con cierta profundidad de los acontecimientos de la época, tenia que pensar.
Los medios que Nuestra Señora concedió para escapar de los castigos previstos por su Mensaje, la penitencia y la consagración a Ella.
Veamos estas formas de escapar del castigo a la luz de la fe:
Una vez que alguien está siendo castigado por un pecado, la forma que tiene de escapar del castigo es hacer que el pecado se detenga, que entre por los ojos. Esto es tan obvio que no es compatible con la demostración.
Entonces, si el mundo está siendo castigado y va a sufrir castigos aún mayores por los pecados allí descritos, la forma de evitar el castigo es dejar de cometer los pecados, es enmendarse. Entra por los ojos.
Ahora, [la] segunda cosa: consagrar el mundo a Nuestra Señora.
Es una cosa clara que para alguien que ha pecado y que sabe que merece [el] castigo, no le basta enmendarse, porque todavía puede, todavía es normal, ser castigado.
Por ejemplo, digamos una persona, un estudiante que insulta al maestro, el maestro no lo castiga ese día, lo castiga dos días después; el estudiante no puede decir: “¡Pero estos dos días me porté muy bien!”.
– No, no te castigué ese día porque tenía razones para no hacerlo, pero ahora serás castigado. Has pecado, serás castigado.
Es decir, la enmienda puede hacer que el castigo no empeore, puede, por la misericordia de Dios, invitar a Dios a no castigar, eso es otra cosa. Pero la reforma por sí misma no impone, no implica la eliminación de la pena. Se necesita un acto de misericordia.
Ahora bien, ¿Cómo puede alguien obtener misericordia si no apela a la Madre de la Misericordia, precisamente a la puerta de la misericordia? Y la puerta de la misericordia es precisamente Nuestra Señora, que es la Puerta del Cielo. Es decir, es ultra teológico que Dios le haya dicho al mundo: deja de pecar y vuélvete a mi Madre. Que Nuestra Señora haya dicho al mundo: "deja de pecar y vuélvete a mí y obtendré la eliminación del castigo. ¿Y volverte de qué manera? Conságrate a mí. Únete a mí, entrégate a mí y te perdonaré el castigo". No hay nada más razonable.
En otras palabras, el Mensaje tiene todos los presupuestos de un tratado de catecismo superior, o incluso si se quiere, de teología.
Sin embrago, la humanidad tenía un “nudo” con la parte de culpa y castigo, y recibió el Mensaje de Fátima con orgullo. El Mensaje exigía un acto de humildad, exigía que reconocieran, que los hombres de entonces y los de hoy reconocieran: “hemos pecado, hemos hecho mal”.
Les exigió y aún les exige enmienda, que se apartaran de la impiedad e inmoralidad en la que estaban cayendo, pero a la humanidad no le gustó el Mensaje, y por lo tanto, hubo un rechazo global a este Mensaje en todo el mundo.
El espíritu del Mensaje de Fátima recibido con tibieza
Quienes aceptaron el Mensaje de Fátima, lo recibieron con tibieza, pero a la vez, reiteramos, con orgullo.
No querían reconocer que habían pecado, no se golpeaban el pecho, no querían reconocer que iban a ser castigados.
Como resultado, cuando llegó el castigo no reconocieron que era castigo, y al final terminaron castigándose a sí mismos, terminaron siendo los verdugos de su propio castigo, los verdugos de sí mismos. Y ahí tenemos la forma en que la humanidad recibió el Mensaje de Fátima, y los resultados son lo que son.
Uno de los aspectos maravillosos de Fátima es que cuando los niños mencionaron lo de los errores de Rusia, el zarismo aún no había caído, es decir, fue verdaderamente una profecía; y profetizaron que Rusia adoptaría un error y que este error se extendería por todo el mundo.
Evidentemente no es el error greco-cismático, un error muerto y fosilizado.
¿Cuál era ese error? Ese error fue y lo es, el comunismo.
Plinio Correa de Oliveira.
Conferencia de 13 de octubre de 1970.
Buenas tardes.
ResponderEliminarAcabo de tener la dicha de visitar Fatima, un lugar hermoso con mucha historia 🥰 Pero tb he sido testigo de cómo ahí mismo, los sacerdotes y feligreses, pisotean la eucaristía.
De ninguna manera le dan a uno la Eucaristía en la boca así uno lo pida el cura dice No ponga la mano, No se asegura de que uno se la coma, la gente se la lleva y se la pasa por los ojos, cuerpo, asumo esperando un milagro y nunca vi que se la comieran luego de eso. Claro está que no pude ver a todos pero vi un par de personas llevársela y perderse en el tumulto 😢
Hermoso lugar pero me quede con ganas de mas. Ojalá pueda ir algún día en una fecha especial y quitar el mal sabor de boca con el que regrese.
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