Iniciativa Apostólica
El Inmaculado Corazón de María triunfará





Soldados ecuatorianos. 1941


     En estos tiempos de tecnologías y de frenesís ilimitados, existen algunas verdades olvidadas (a veces, culpablemente olvidadas), incluso muchas de ellas cercadas por impresionantes campañas de silencio relegadas a los más duros aislamientos y a los más crueles de los abandonos. 

    El "Milagro del 41", inefable portento de la Reina de los Cielos en la ciudad de Quito, es un ejemplo de ese olvido que no merece permanecer así por más tiempo, razón por la que presentamos a continuación una reseña del mismo:

   La Imagen de Nuestra Señora de El Buen Suceso ha protegido el Convento de la Inmaculada Concepción de Quito, en donde se encuentra, a lo largo de los siglos, y ha sido instrumento de continuas gracias para la protección del Ecuador y de sus habitantes.

    Con su Báculo Pastoral, quiso llamarse de esa forma para gobernarnos siempre con buenos sucesos en todas las peticiones que le hiciéramos, tanto en el orden espiritual como en el orden temporal, convirtiéndose sin ninguna duda en la Soberana del Ecuador. Y con el fin de que su milagrosa Imagen fuese conocida en todo el país y el mundo,  la Santísima Virgen realizaría el más extraordinario acontecimiento del siglo veinte en estas tierras.

    Había invadido el Perú en el año de 1941, territorio ecuatoriano, y ante esta emergencia el Arzobispo de Quito ordenó rezar Triduos en honor a las diversas advocaciones de la Santísima Virgen en las diferentes iglesias de Quito implorando el cese de hostilidades.

   El 24 de Julio se dio comienzo en la Iglesia de la Inmaculada Concepción al Triduo en honor a Nuestra Señora de El Buen Suceso. Tres días después, el Ecuador entero asistiría a la insigne predilección que por el mismo la Virgen ostenta.

    A partir de las siete de la mañana del domingo 27 de Julio de 1941, la imagen abrió y cerró sus ojos continuamente, su rostro tomó primeramente un color rojizo, luego otro similar al mármol. Una especie de neblina cubría la imagen y luego de desaparecer, dejaría verla en medio de un resplandor sobrenatural.

   Sus ojos que, en posición normal los tiene hacia abajo, los levantaría poco a poco hasta quedar mirando al Cielo en actitud de súplica y posarlos luego, repetidamente sobre lo fieles.

    Al correrse la noticia, miles de fieles invadieron el templo para, maravillados, contemplar tan grande portento, quedando los acontecimientos internacionales de enorme magnitud relegados a segundo plano.

   Los maternales parpadeos de la Sagrada Imagen se darían durante todo aquel bendito día y durarían hasta las tres de la madrugada del siguiente. A las diez de la mañana del mismo día 27 se verificaba lo que luego se llamaría “el milagro del 41” siendo presenciado por treinta mil personas. En la tarde del mismo día, los diarios anunciaban el cese de hostilidades del Perú contra nuestra Patria

   El día 28 de Julio y durante algunos días posteriores, las noticias relatando el maravilloso acontecimiento aparecían en los diversos diarios del territorio ecuatoriano. Así:

Diario El Comercio, 28 - 29 de Julio, y 2 de Agosto de 1941
Diario El Universo, 28 de Julio de 1941
Diario El Telégrafo, 28 de Julio de 1941
Diario Ultimas Noticias, 28 de Julio de 1941
Diario El Debate (Vespertino) 27, 28, 29 Julio/1941
Diario la Sociedad, 3 de Agosto de 1941
Diario la Voz Obrera, 10 de Agosto de 1941
Diario La Voz Católica de Loja, 5 y 12 de Octubre de 1941




Fotos de Diario El Comercio - Quito, julio de 1941

Diario El Universo, 1941

    "Esta devoción será el pararrayo colocado entre la Justicia Divina y el mundo prevaricador, para impedir que se descargue sobre esta tierra culpable el formidable castigo que merece". 
(Revelaciones de la Santísima Virgen de El Buen Suceso).


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