Iniciativa Apostólica
El Inmaculado Corazón de María triunfará




Réplica de la Imagen de
Nuestra Señora del Buen Suceso
que presidió el rosario en su honor
en la lglesia S. Antonio María Claret

     Durante los días más críticos de la pandemia del Covid 19 en Ecuador, la Divina Providencia puso a prueba en los católicos la confianza en su Santísima Madre.

     Entre los meses de marzo y mayo, el rezo ininterrumpido del rosario y la consagración de 800 familias a Nuestra Señora del Buen Suceso, nos dejaron como lección que la confianza en Ella es como la estrella que nos ilumina en medio de la tormenta.


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Durante la pandemia del Covid 19, muchas familias se aferraron a la confianza 
en Nuestra Señora del Buen Suceso 



     La eventual aprobación de varios artículos nocivos contra la familia y la niñez, incluso contra la vida de ésta en el vientre materno, contenidos en el nuevo Código de Salud, aprobado canallescamente por la Asamblea ecuatoriana, nos debería conducir a ese mismo grado de confianza imperturbable en Aquella que es "Terrible como un ejército en orden de batalla".


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Otro acto de confianza:
rosario en honor de 
Nuestra Señora del Buen Suceso,
a propósito de los articulos inicuos incluidos en el Código de Salud 


     ¿Por qué Dios permite que pasen por dificultades y derrotas quienes hacen todo para mantener la fidelidad a sus enseñanzas? ¿Por qué no les concede de inmediato la victoria?

     Quienes conocieron de cerca a Plinio Corrêa de Oliveira son testigos de que en los momentos de las más graves aflicciones, jamás perdió la tranquilidad y siempre confió en la Providencia Divina.

     Su confianza en la Santísima Virgen nunca fue conmovida, aun en medio de las mayores dificultades, ante problemas aparentemente insolubles. 



Nuestra Señora de la Confianza,
venerada en el Pontificio Seminario Romano.
En 1837 protegió a los seminaristas
de la virulenta epidemia de influenza

     Transcribimos uno de sus numerosos comentarios alentando a tener esa confianza.

     “Mientras más dificultades encontremos, y seamos humillados, rechazados y despreciados, si, a pesar de todo, confiamos con una confianza mayor que el peso del rechazo, debemos tener la certeza que seremos atendidos.

     “¿Quieren medir el tamaño de la victoria? Mídanla por el tamaño de la humillación, por el tamaño del fracaso; mídanla por el tamaño de la imposibilidad aparente de conseguir algo.

     “Doy mucha importancia a esa regla. Ella debe formar parte de nuestro estado de espíritu habitual cuando hacemos planes, concebimos esperanzas y ejecutamos proyectos.



La confianza en Dios en los momentos difíciles

     “La derrota no importa tanto. La única derrota verdadera para nosotros consiste en no confiar. ¡Si confiamos, venceremos!



La única derrota verdadera para nosotros
consiste en no confiar 

     “No debemos pensar que está preparado un paseo triunfal hasta la victoria para nosotros, un paseo con los aplausos de todos. Pocas veces a lo largo de la Historia la Iglesia ha vencido así. Y cuando vence de este modo, frecuentemente viene a continuación una derrota.

     “La verdadera victoria durable, en principio, viene de una confianza en el aparente absurdo. Ante lo paradójico, lo inverosímil, aquello que se diría que no podría ocurrir, debemos poner nuestra confianza serena en la Santísima Virgen.

     “Es duro el camino. Y porque es duro, es la vía de la Cruz. Los caminos suaves no son los rieles de la verdadera victoria.

     “No fue así que venció la Iglesia Católica. La victoria es la de la Cruz, en la que todo es difícil, complicado y, en apariencia, no tendrá éxito. El hombre que confía es el verdadero vencedor”.

Plínio Corrêa de Oliveira*


*Fue Presidente de la Acción Católica de São Paulo en sus inicios (1930s) y más tarde el fundador de la TFP brasileña e inspirador de la familia de almas de organizaciones afines en más de 15 naciones.


Fuente:
Website de Accion Familia, de Chile

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