Iniciativa Apostólica
El Inmaculado Corazón de María triunfará







     El Arcángel San Miguel es el modelo de varias virtudes, por ejemplo, de la humildad y del espíritu jerárquico. Pero hay en él una virtud que ha sido olvidada en gran parte de nuestra época relativista, sumida en un pacifismo de rendición. 

     El intrépido Arcángel es un modelo de combatividad, y de eso nos habla el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, en un memorable artículo publicado en el número de septiembre de 1951 de la revista Catolicismo.

     A continuación, compartimos un extracto de dicho artículo.




     “El 29 de este mes, la Santa Iglesia celebrará la fiesta de San Miguel Arcángel. En el pasado, esta fecha estuvo marcada muy vívamente en la piedad de los fieles. Hoy en día, y es lamentable, pocas personas lo toman como una ocasión especial para rendirle culto al Príncipe de la Milicia Celestial. Sin embargo, dicho culto a San Miguel, vigente para todos los pueblos en todos los tiempos, tiene títulos muy especiales para ser practicado con particular fervor en nuestros días.

     “San Miguel es el modelo del guerrero cristiano, por la fuerza que demostró arrojando al infierno las legiones de espíritus malditos. Es el guerrero de Dios, que no tolera que en su presencia la divina Majestad sea desafiada u ofendida, y está dispuesto a blandir la espada en cualquier momento y aplastar a los enemigos del Altísimo. 

     "Nos enseña que al católico no le basta con hacer el bien: es su deber luchar además contra el mal. Y no se trata de un mal abstracto, sino el mal que existe en los malvados y pecadores. Porque San Miguel no arrojó el mal al infierno como si se tratara de una mera concepción de la inteligencia; ni los principios ni las concepciones son susceptibles de ser quemados por el fuego eterno. Fue a Lucifer y a sus seguidores a quienes arrojó al infierno, pues odiaba el mal que ellos amaban y que en ellos  existía.






     "Vivimos en un tiempo de profundo liberalismo religioso. Son pocos los cristianos que tienen la idea de pertenecer a una iglesia militante, tan militante en la tierra, cuanto militantes fueron en el Cielo San Miguel y los Ángeles fieles. Nosotros también deberíamos saber aplastar la insolencia de la impiedad. También deberíamos oponer una resistencia tenaz al adversario, atacarlo y reducirlo a la impotencia.

     "En esta lucha, San Miguel no debe ser apenas nuestro modelo, sino también nuestro auxilio. La lucha entre San Miguel y Lucifer no cesó, sino más bien se extiende a lo largo de los siglos. Y Él auxilia a todos los cristianos en los combates que emprenden contra el poder de las tinieblas".




Fuente:
Agencia Boa Imprensa - ABIM

0 Comentarios:

Publicar un comentario