Novena al Niño Jesús de la Cruz del Pichincha.- PRIMER DÍA

 

†

M

NOVENA AL NIÑO JESÚS DE LA CRUZ DEL PICHINCHA

PRIMER DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos...

Acto de Contrición para todos los días

¡Señor! Detesto todos mis pecados que me hacen indigno de recibirte en mi corazón; me pesa haberte ofendido, por ser Quien eres, ¡Oh! ¡Bondad infinita! Me propongo con tu gracia, no cometerlos más a partir de ahora, hacer penitencia por ellos y evitar toda situación de peligro de ofenderte. Amén.

Oración para todos los días

¡Oh! dulcísimo Redentor, que, para reconciliarnos con Dios, bajaste del Cielo, te hiciste hombre, viviste como nosotros, te entregaste por nosotros a la muerte y finalmente nos diste la felicidad eterna; te pedimos Señor y Dios nuestro, que eres pues el Camino para ir a Dios, la Verdad para ser conocida, y la vida para amarlo, nos concedas conseguir esa suprema finalidad de nuestra vida en la tierra, para gozarlo en la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Consideración para el primer día

Contempla al Niño Dios, con sus brazos extendidos en la Cruz, mostrando sus cinco llagas, y en su cabeza la corona de espinas. De sus labios brota una sublime queja: "Hijo mío todo eso Yo sufrí por tu Amor. ¿Qué haces tú por mí?"

Esfuérzate alma por corresponder a su amor.

No sigas el camino del pecado, guarda tus sentidos, contén tu imaginación, sé caritativo con todos y perdona de corazón. Hazlo todo por amor a Él.

Pedido para el primer día

Rezar un Padrenuestro, Avemaría y Gloria venerando cada una de las cinco llagas de Nuestro Señor, suplicando la conversión de los pecadores.

V. Niño Jesús de la Cruz del Pichincha

R. Ruega por nosotros

V. Nuestra Señora del Buen Suceso

R. Ruega por nosotros

Alma de Cristo

Alma de Cristo santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, confórtame.

Oh, buen Jesús, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti.

Del maligno enemigo, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame.

Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.

Consideración final para el primer día

En 1873, el Ecuador proclamó a Jesucristo como su Rey y Señor, prometiendo respeto, fidelidad y adhesión de verdaderos vasallos. Sin embargo, ciento cincuenta años después, esta república no hace otra cosa sino adoptar cada vez más leyes anti cristianas, de tinte comunista. ¿En dónde quedaron el respeto, la fidelidad y la adhesión que prometimos como verdaderos vasallos? ¿En dónde quedó nuestra proclamación de la Soberanía Social de Cristo—Rey, del Niño de la Cruz, en nuestra Nación, la primera de todo el Globo que lo aclamó como su Monarca y Patrono principal?

V. Tened piedad de nosotros, Señor

R. Señor, tened piedad de nosotros.

V. Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz.

R. Amén.