Novena al Niño Jesús de la Cruz del Pichincha.- NOVENO DÍA

 

†

M

Novena al Niño Jesús de la Cruz del Pichincha

NOVENO DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos...

Acto de Contrición para todos los días

¡Señor! Detesto todos mis pecados, y que me hacen indigno de recibirte en mi corazón; me pesa haberte ofendido, por ser Quien eres, ¡Oh! ¡Bondad infinita! Me propongo con tu gracia, no cometerlos más a partir de ahora, hacer penitencia por ellos y evitar toda situación de peligro de ofenderte. Amén.

Oración para todos los días

¡Oh! dulcísimo Redentor, que, para reconciliarnos con Dios, bajaste del Cielo, te hiciste hombre, viviste como nosotros, te entregaste por nosotros a la muerte y finalmente nos diste la felicidad eterna; te pedimos Señor y Dios nuestro, que eres pues el Camino para ir a Dios, la Verdad para ser conocida, y la vida para amarlo, nos concedas conseguir esa suprema finalidad de nuestra vida en la tierra, para gozarlo en la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Consideración para el noveno día

Contempla a Jesús, Dios y Hombre verdadero, Sagrario que se ofreció por nosotros como víctima, a tierna edad en lo alto del volcán Pichincha, y hoy se ofrece en el altar de oro de la reconciliación humana.

Que digamos: ¡Oh! ¡Dios de Amor! Viéndote, sintiéndote, recibiéndote en tu adorable Sacramento. 

¡Oh! Niño Jesús Crucificado, ven a nosotros con el río de tus grandezas, con tu sangre, con tu Cruz, y que nos unamos a tu Corazón, de tal modo que podamos exclamar con el Apóstol: "¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?".

Pedido para el noveno día

Rezar un Padrenuestro, Avemaría y Gloria venerando cada una de las cinco llagas del Niño Jesús Crucificado, pidiendo por el triunfo de la Santa Iglesia sobre sus enemigos y el advenimiento del Inmaculado Corazón de María anunciado por Nuestra Señora del Buen Suceso.

V. Niño Jesús de la Cruz del Pichincha

R. Ten piedad de nosotros

V. Nuestra Señora del Buen Suceso

R. Ruega por nosotros

Alma de Cristo

Alma de Cristo santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, confórtame.

Oh, buen Jesús, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti.

Del maligno enemigo, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame.

Y mándame ir a Ti.

Para que con tus santos te alabe.

Por los siglos de los siglos.

Amén.

Consideración final para el noveno día

En el siglo XVI, durante la época colonial, la Madre Mariana de Jesús Torres, a pedido de la Santísima Virgen, dio inicio a la devoción al Niño Jesús del Pichincha.

En la actualidad, así como la devoción a Nuestra Señora del Buen Suceso cobra cada vez mayor interés en todo el mundo, el Niño de la Cruz pide de cada uno de nosotros, la dedicación necesaria para que el pedido de su Santísima Madre sea una realidad, y esta devoción tan fundamental para la niñez, la juventud y el mundo entero sea difundida por doquier.

¡Oh! Divino Niño Jesús de la Cruz del Pichincha, que desde esa bendita montaña quisiste gobernarnos desde los albores de esta nación que allí consagraste al Padre Celestial, y que luego el Presidente mártir, Gabriel García Moreno te lo retribuiría, consagrándonos a tu Sacratísimo Corazón, mira a esta infeliz patria ecuatoriana, cercada por enemigos pérfidos y astutos, entregada al banquete de las pasiones, condenada a una horrible soledad en horas mortalmente trágicas, traicionada por sus propios hijos, sé nuestra luz en esta noche oscura del error, nuestro baluarte en estas horas amargas del abandono de la fe cristiana, nuestra estrella de esperanza en estos días trágicos de naufragio total, en una palabra, sé la genuina encarnación de la providencia de Dios.

V. Tened piedad de nosotros, Señor

R. Señor, tened piedad de nosotros.

V. Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz.

R. Amén.